ESPAÑOL
Empecé mi viaje a Sudamérica en el 1 de agosto. En el próximo veinte cuatro horas tomaría tres vuelos y visitaría cuatro aeropuertos. Cuando abracé mis padres para la última vez no tuve muchas emociones porque el viaje ya no sentió real. Aunque nuestro vuelo salió O'hare tarde, no era preocupada porque tuve demasiado tiempo antes de mi próximo vuelo en Miami. Había nublado en Miami y el avión necesitó evitar muchos sistemas del terremotos para aterrizar sin peligro. Llegó a la sección "D" del aeropuerto y mi vuelo próximo estuvo en la sección "J," por eso caminé. Había estado en el aeropuerto en Miami antes para mis viajes a Honduras con la brigada global de IWU, por lo tanto tuve alguna familiaridad. Como caminé a la sección "J" tuve un viaje por la memoria porque paseé el Subway donde había comido cuatro años pasados con dos otros brigadores después de hemos perdido nuestro vuelo original en Chicago y entonces necesitamos pasar el noche en Miami. En la sección "J," fue la minoría. Todas las otras personas tuvieron pasaportes extranjeros de Sudamérica, pero sin revelar mi pasaporte a los trabajadores, todos hablan a mí en inglés automáticamente. Era como si tuve "Gringa" o "Americana" en mi frente.
Como esperé en línea para embarcarse el avión a Chile tomé observaciones de los otros pasajeros. Sabía que partes de Sudamérica fueron influenciados por los europeos y las clases altas aparecieron más europeas pero no me dí cuenta tan grande la influencia hasta que este momento. La mayoría de los otros pasajeros tuvieron pelo rubio y/o ojos azules. Con esas apariencias tuve la expectación que hablarían alemán, inglés o algo similar, pero todos hablaron español como su lengua primaria. Durante este vuelo la realidad comenzó a hundirse; lo ocurrió cuando estuve viendo la película "The Monument Men." Fue una escena en que la canción "Have Yourself a Merry Little Christmas" comenzó tocar y me dí se cuenta que no regresaría al EEUU hasta que las canciones de navidad estaría tocando en el radio.
Después de 8 horas en el avión llegó al Santiago a son las 6:00 en la mañana en el 2 de Agosto. Mi vuelo a Córdoba no tiene una puerta porque no salió hasta que 9:25 de la mañana, por eso esperé. Con suerte, había esperado en el área en frente de la puerta de mi avión. En sólo una hora, dos con el cambio del tiempo había llegado en Córdoba y estaba lista viajar por los costumbres. Entonces Charly, el coordinador en el país de mi programa me condució a mi familia anfitriona. Las diferencias culturales más obvias son la pronunciación de "ll" como "j" y el saludo argentino con el beso en el cachete. Fortunadamente, a causa de me educación en los estudios hispanos fui preparada. Mi familia anfitriona es muy amable y simpática. La consiste de la madre, Andrea, su hija, Luciana y su perrita. Mañana es un día de descanso y entonces mis rotaciones en el hospital empiezan. Necesito aprender a dirigir el sistema de autobuses también. Pero ahorita, todo está bien.
ENGLISH
I began my trip on the 1st of August. In the next 24hrs I would take 3 flights and I would visit 4 airports. When I hugged my parents fro the last time I didn't have any emotions because I still didn't feel like the trip was real. Although our flight left O'hare late I wasn't worried because I had enough time before my next flight en Miami. It was cloudy in Miami and the plane needed to avoid a lot of storm systems in order to land safely. I arrived in section D of the airport and my next flight was in section J, so I walked. I had been in the Miami airport before for my trips to Honduras with IWU's Global Brigade, so I was somewhat familiar. AS I walked to section J I had a trip down memory lane because I passed the Subway I had eaten 4 years ago with 2 other brigaders after we had missed our original flight from Chicago, so we needed to spend the night in Miami. En section J I was the minority. Everyone else had foreign passports from South America, but without showing my passport to the airport workers, all of them spoke English to me automatically. It was as if I had "Gringa" or "American" on my forehead.As I waited in line to board the plane to Chile, I observed the other passengers. I knew that parts of South America were influenced by the Europeans and the upper classes appeared more European, but I did not realize how great the influence was until this moment. The majority of the other passengers had blonde hair and/or blue eyes. With these appearances I expected that they would speak German or English or something similar, but all of them spoke Spanish as their first language. During this flight the reality began to sink in; it occurred while I was watching the movie "The Monument Men." There was a scene in which the song "Have Yourself a Merry Little Christmas" began to play and I realized that I would not return to the United States until Christmas songs would be playing on the radio.
After 8 hours on the plane I arrived in Santiago a 6am on August 2nd. My flight to Córdoba didn't have a gate because it didn't leave until 9:25am, so I waited. Luckily, I had waited in the area in front of my plane's gate. In only 1hr, 2 with the time change, I had arrived en Cordoba and I was ready to travel through customs. Then Charly, the in-country coordinator for my program drove me to my host family's house. The most obvious cultural differences are the pronunciation of "ll" like "j" y the Argentine greeting with the kiss on the cheek. Fortunately, because of my Hispanic studies education I was prepared. My host family is very kind and friendly. It consists of the mother, Andrea, her daughter, Luciana and their little dog. Tomorrow is a day of rest and then my rotations at the hospital begin. I need to learn to navigate the bus system too. But, for now, everything is good.
No comments:
Post a Comment